Ex Machina ¿ética de la IA? Por: Ernesto Churata

 "Ex Machina" (2015), dirigida por Alex Garland, es una intrigante exploración de la inteligencia artificial y la naturaleza de la humanidad. La historia sigue a Caleb (Domhnall Gleeson), un programador que gana la oportunidad de pasar una semana en la remota residencia de Nathan (Oscar Isaac), el CEO de la compañía para la que trabaja. Allí, Caleb debe evaluar las capacidades de Ava (Alicia Vikander), una sofisticada inteligencia artificial con una apariencia humana.

La película destaca por su atmósfera claustrofóbica y su enfoque en temas filosóficos profundos como la conciencia y la moralidad de la creación artificial. Nathan, un personaje complejo y autodestructivo, utiliza a sus robots para sus propios fines, planteando cuestiones éticas sobre el uso de la tecnología.

"Ex Machina" es tanto un thriller psicológico como una obra de ciencia ficción presciente, que presenta una inevitable sensación de inquietud y reflexión sobre el futuro de la inteligencia artificial. La narrativa es íntima y envolvente, desarrollándose casi enteramente dentro del moderno búnker de Nathan, lo que contribuye a la sensación de aislamiento y control .

En resumen, "Ex Machina" es una película imprescindible para aquellos interesados en la intersección entre la tecnología y la ética humana, ofreciendo una reflexión profunda sobre lo que significa ser consciente y los peligros de jugar a ser dios.